Cuando nacen nuestros pequeños lo primero que hacemos es darles un chupete, sabemos que les va a reconfortar, aliviar, dormir, calmar, no parece que nada de esto sea malo al contrario tiene sus beneficios, pero cuando llevan unos 18 ó 24 meses con el es cuando nos planteamos el quitárselo, pobrecillos nuestros peques, es su "gran amigo" siempre han estado juntos y ahora se lo queremos quitar.
Muchas veces es más problema nuestro, de los padres al ver la dependencia que tiene nuestro peque con el chupete, que en realidad lo que cuesta quitárselo. Os voy a contar como se lo quité a Darío, yo tenía auténtico pavor a salir de casa y dejarme el chupete y pensé que nunca se lo iba a quitar, hable con su pediatra y me dijo ...cuando el no te vea, rebózalo en pimienta negra molida y se lo enseñas, le dices que le han salido muchos bichos y que lo tire él a la basura... así lo hice, le dije con cara de asustada que su chupe se lo estaban comiendo los bichos y el lo tiró solito, se acordó durante unos días, pero no fue nada traumático para ninguno de los dos.
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