También nos dieron teoría, la verdad bastante interesante, sólo os voy a decir lo que me pareció sencillo y fácil de aplicar:
Los cintures traseros siempre tienen que ir abrochados, esto es, como si fuera una persona atrás con el cinturón puesto, en caso de accidente los tensores de los cintures pararán el asiento o asientos traseros y evitarán en la medida de lo posible que todo lo que llevemos en el maletero se nos desplace hacia los asientos delanteros.
Las sillas de los niños, si es posible hasta los 4 años, llevarlos al contrario de la marcha del vehículo, en caso de accidente su cuerpo soportará menos fuerza., lo que se traduce en menos lesiones, si por la razón que fuere no se puede poner así, se pondrá la silla en el medio del asiento de atrás, en caso de accidente el niño no chocará con ninguno de los asientos delanteros y así evitar, como poco, lesiones faciales.
También os dejo el siguiente link donde veréis un estudio que hacen todos los años los clubes europeos automovilísticos la DGT, junto con RACE, para clasificar las sillitas de nuestro peques en seguridad, además de otros factores. Haced clic aquí.
Os cuento esto porque ahora va a ver muchos desplazamientos, que todos disfrutemos de ésta Semana Santa y que nos volvamos a ver a la vuelta.
¡Felices Vacaciones!
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